El Colegio de los Santos Padres se comenzó a gestar hacia 1983. Fue obra de un grupo de personas que compartían lazos de amistad, una intensa experiencia en la docencia, y sobre todo una misma visión filosófica y religiosa de la educación y, más aún, de la vida. Fue así que a mediados de ese año decidieron formar una sociedad e instalarse en Bella Vista, donde había una evidente necesidad de un centro educativo como el propuesto. Muy pronto se adquirió el terreno inicial en la esquina de Pilcomayo y Bourel.
El paso siguiente consistió en realizar una serie de reuniones con familias del lugar, para dar a conocer el proyecto y explicar sus lineamientos. Estas reuniones lograron despertar un gran interés en la comunidad bellavistense, y cada vez eran más las familias interesadas en informarse de nuestra propuesta y adherir a ella. Así, en septiembre de ese año se iniciaron las obras de construcción del edificio, en base al proyecto del arquitecto Hernán Hermida, uno de los socios fundadores. Al mismo tiempo, se convocó a una reunión abierta para presentar el colegio de manera pública y formal.
La reunión se realizó el 10 de septiembre en Villa Asís. Luego de una Misa celebrada por el padre Jorge Murias, también socio fundador y primer capellán, fueron presentados los restantes miembros de la sociedad: Héctor Delbosco, quien fuera primer Director General del colegio y continúa actualmente como Presidente de la Sociedad; Eduardo Guelfo, quien lo sucede como Director General a partir del año 1995; Guillermo Gómez del Castillo, actual Director del Polimodal; Jorge Herrera, Director de Primaria hasta 1988; Alberto Berro, Jorge Barros y Joaquín Migliore.
Las solicitudes de inscripción fueron de entrada muy numerosas. Cada familia que deseaba anotar a sus hijos debía concurrir a una entrevista con los directivos del colegio, a fin de informarse detalladamente de sus principios e ideales educativos y prestar su explícito acuerdo en forma personal. Esta disposición se mantiene en vigor hasta el día de hoy, signo claro de la importancia que tiene para el colegio el que las familias conozcan y apoyen su ideario. En marzo de 1984 comenzó el primer ciclo lectivo. Se abrieron los cursos iniciales de Primaria, de 1º a 4º grados, con un total de 87 alumnos. En los años subsiguientes, se fue completando la Primaria, al tiempo que desde 1986 se iniciaba paralelamente la Secundaria, por un pedido expreso de un grupo de familias. En 1990, ya completas las dos secciones –Primaria y Secundaria– y con una matrícula de alrededor de 300 alumnos, festejamos a fin de año el egreso de nuestra primera promoción de Bachilleres.
Mientras tanto, el colegio crecía también en sus instalaciones. Al mismo tiempo que se completaban las aulas, a fines de 1987 se compró la casa lindante sobre la calle Bourel; y en 1990 dos terrenos más que ampliaban significativamente el área para patios y recreación. Finalmente, en 1992 se adquirió la casa ubicada en la esquina de Gualeguay y Bourel, totalizando entonces una superficie de más de tres mil metros cuadrados de terreno y alrededor de 1000 m2 de superficie cubierta. En esta última propiedad, hechas las refacciones necesarias, se inauguró en 1993 el Jardín de Infantes que desde ese momento completa las secciones del colegio con cursos de Preescolar, salas de 4 y de 3 años. Ese mismo año, también, pudimos inaugurar el Oratorio, un sueño que finalmente se convirtió en realidad.
Así llegamos a 1994, en que el colegio celebró sus primeros diez años de vida, con una serie de festejos que convocaron a familias y representantes de toda la comunidad bellavistense.
Es importante resaltar que durante todo este período contamos con la inestimable ayuda de las familias que, firmemente convencidas de la importancia de contar con una educación de la mejor calidad para sus hijos, no retacearon su colaboración y su apoyo todas las veces que fue necesario. Esta colaboración se concretó particularmente a través de la Unión de Padres de Familia, que nació junto con el colegio y lo sigue acompañando desde entonces. A ella se sumó posteriormente la Sociedad de Ex-alumnos, algunos de cuyos integrantes hoy ya tienen a sus hijos estudiando en nuestras aulas.
El año 1995 marcó el comienzo de una nueva etapa, con una renovación de autoridades que dio nuevo impulso al desarrollo pedagógico e institucional. Se consolidó el crecimiento cualitativo y cuantitativo del colegio y se firmaron acuerdos con diversas universidades privadas (entre ellas la de San Andrés, la U.C.A. y la Austral).
Unos años después el colegio decidió dar un nuevo paso en su trayectoria institucional: la incorporación de mujeres a sus aulas. En octubre de 2001 se presentó a la comunidad el proyecto, que comenzó a concretarse a partir del año siguiente, y continuó por etapas sucesivas, hasta que en el año 2008 despedíamos con orgullo a nuestras primeras egresadas mujeres.
Así, en el año 2014, la celebración de los 30 años encontró al colegio renovado y pujante, encaminado hacia nuevas metas, cada vez más ambiciosas, pero al mismo tiempo fieles a los ideales que inspiraron su fundación.